Si hace pocos días dedique la Tonicatura a uno de los grandes cantautores españoles, esta vez se la dedico a otro, aunque con un estilo completamente distinto. Nacido en Madrid en 1944, este cantautor español se caracterizaba por la ironía y el humor que plasmaba en sus canciones. Grabo, entre sus casi 20 discos, La Mandragora junto a Joaquín Sabina y Alberto Pérez, uno de mis discos favoritos con canciones como La hoguera, Pongamos que hablo de Madrid, El burdo rumor, El cromosoma o Marieta. Moriría el pasado 12 de julio en Zahara de los Atunes de un infarto, toda una pérdida para la música española.
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